Melissa se sentía inútil y estaba enojada con ella misma. "Comienzas ese proceso cuando comienzas a reprocharte y empiezas a sentir culpa o vergüenza", comenta Melissa. Por suerte, cuando se dio cuenta de que tenía más días malos que buenos, decidió buscar ayuda. Su punto de inflexión llegó cuando se unió al programa de salud y bienestar físico Wounded Warrior Project® (WWP). "Me ayudaron a corregir mi metabolismo porque no estaba comiendo lo suficiente", dice Melissa. "Pero lo más importante importante fue encontrarme con otros veteranos. Ellos también habían pasado por situaciones difíciles, y cuando los conocí, me di cuenta de que podían entender por lo que estaba pasando. No estaba sola".
"Hay más fuerza y valentía cuando uno busca ayuda que cuando intenta hacer las cosas solo. Wounded Warrior Project puede ser esa mano amiga para guiarte y mostrarte que no estás solo".
Desafortunadamente, mientras comenzaba a entablar nuevas relaciones con los veteranos, comenzó la pandemia de COVID-19 que forzó a la sociedad a rediseñar la conexión social. WWP cambió su enfoque a programas virtuales para prestar servicio a veteranos y sus familias de forma segura, y por suerte, Melissa pudo sumarse al entorno virtual. "Cuando llegó el COVID, todavía no había salido totalmente de mi caparazón", comenta Melissa. "Con los eventos virtuales, estaba en la seguridad de mi propia casa. Pude generar relaciones de confianza incluso estando en un lugar seguro".