Melissa McMahon
Fuerzas aéreas ● Capitán ● Nevada
Mientras prestaba servicio en Afganistán, Melissa cuidaba de las personas gravemente heridas cuando su hospital fue el blanco de misiles enemigos, que la dejaron con mucho más que solo lesiones físicas.
Durante sus años como enfermera en las Fuerzas Aéreas, Melissa McMahon vio más que la dosis que le correspondía de dolor, sufrimiento y muerte. En 2015 y 2016, se encontraba en Afganistán, cuidando a estadounidenses, fuerzas de coalición, civiles locales y hasta algunos insurgentes gravemente heridos, todo cuando su hospital fue el blanco de misiles enemigos. Cuando recibió el alta médica en 2018, Melissa regresó a su hogar con más que lesiones físicas en su espalda y caderas; también lidiaba con síntomas graves de trastorno por estrés postraumático (TEPT).
Por mucho tiempo, intentó superar el dolor físico y negaba los efectos del TEPT, pero como enfermera, comenzó a pasarle factura. "Se llevó mucho de mí", dice Melissa. "Me rompió el corazón, pero finalmente tuve que decirles a mi terapeuta y supervisor que no podía ocuparme más de los pacientes de manera segura".
Melissa se sentía inútil y estaba enojada con ella misma. "Comienzas ese proceso cuando comienzas a reprocharte y empiezas a sentir culpa o vergüenza", comenta Melissa. Por suerte, cuando se dio cuenta de que tenía más días malos que buenos, decidió buscar ayuda. Su punto de inflexión llegó cuando se unió al programa de salud y bienestar físico Wounded Warrior Project® (WWP). "Me ayudaron a corregir mi metabolismo porque no estaba comiendo lo suficiente", dice Melissa. "Pero lo más importante importante fue encontrarme con otros veteranos. Ellos también habían pasado por situaciones difíciles, y cuando los conocí, me di cuenta de que podían entender por lo que estaba pasando. No estaba sola".
"Hay más fuerza y valentía cuando uno busca ayuda que cuando intenta hacer las cosas solo. Wounded Warrior Project puede ser esa mano amiga para guiarte y mostrarte que no estás solo".
Desafortunadamente, mientras comenzaba a entablar nuevas relaciones con los veteranos, comenzó la pandemia de COVID-19 que forzó a la sociedad a rediseñar la conexión social. WWP cambió su enfoque a programas virtuales para prestar servicio a veteranos y sus familias de forma segura, y por suerte, Melissa pudo sumarse al entorno virtual. "Cuando llegó el COVID, todavía no había salido totalmente de mi caparazón", comenta Melissa. "Con los eventos virtuales, estaba en la seguridad de mi propia casa. Pude generar relaciones de confianza incluso estando en un lugar seguro".
"Realmente me encantó el programa WWP Talk", afirma Melissa. "No era como una sesión de terapia. Podía hablar de lo que estaba pasando, cosas de la vida cotidiana. Tenía a una persona segura con quien hablar". También completó Project Odyssey®, participa en un grupo de apoyo entre veteranos de WWP y es una veterana líder.
Parte del motivo por el cual es tan activa tiene que ver con satisfacer su propósito recién descubierto: alentar a otros veteranos a involucrarse y enseñarles que la vida es mejor cuando la transitan juntos. "Quiero que otros veteranos sepan que no están solos, existe una gran red de apoyo", afirma Melissa. "Pueden sentir esa camaradería de nuevo, o esa diversión. Hubo momentos en mi vida que no sabía si alguna vez iba a poder sentir esa alegría de nuevo. ¡Alegría de verdad! Pero gracias al Wounded Warrior Project, he llorado de la risa junto con otros veteranos. Para poder compartir eso con otra persona, o ayudarla a atravesar por lo que sea que esté pasando en su vida, eso es importante".